Cuando se habla de piedras preciosas similares a los diamantes, se mencionan con frecuencia los términos diamantes cultivados en laboratorio y zirconia cúbica. A pesar de que ambas piedras pueden parecer cercanas a simple vista, existen diferencias significativas entre ellas. En este artículo, examinaremos las características de cada piedra preciosa y argumentaremos que los diamantes cultivados en laboratorio, y específicamente los diamantes cultivados en laboratorio Pascal, son la mejor opción.
Comencemos con los fundamentos. Desde la década de 1970, la zirconia cúbica (CZ) se fabrica en un laboratorio. Al fundir el óxido de circonio y agregar estabilizadores y colorantes, se produce un cristal que se asemeja a un diamante. CZ es económico de producir y se puede fabricar en una amplia gama de tonos. También es considerablemente menos costoso que los diamantes naturales y los cultivados en laboratorio.
Los diamantes cultivados en laboratorio, por otro lado, se producen utilizando tecnología de punta que imita el proceso natural de formación de diamantes. Una pequeña semilla de diamante se somete a altas temperaturas y presiones, lo que le permite crecer hasta convertirse en una piedra más grande con calidad de gema. Las propiedades químicas y físicas de los diamantes cultivados en laboratorio son idénticas a las de los diamantes naturales, pero son responsables desde el punto de vista ético y medioambiental y, con frecuencia, menos costosos.
Al comparar las dos piedras, se deben considerar varios factores. CZ es susceptible de rayarse y astillarse con el tiempo porque no es tan duro como un diamante. Sin embargo, los diamantes cultivados en laboratorio son tan resistentes al desgaste como sus contrapartes naturales.
Otra consideración es el atractivo estético de las piedras. La claridad y el brillo de los diamantes cultivados en laboratorio son superiores a los de CZ, a pesar de que ambas piedras pueden parecer similares a simple vista. Debido a que los diamantes cultivados en laboratorio están compuestos de carbono puro, mientras que CZ tiene un índice de refracción más bajo, refleja menos luz y carece del mismo brillo.
Finalmente, es fundamental considerar el impacto ético y ambiental de las piedras. CZ se crea en un laboratorio, pero aún requiere la minería y la extracción de materias primas, lo que puede tener efectos negativos en el medio ambiente y los trabajadores involucrados. Por el contrario, los diamantes cultivados en laboratorio se producen utilizando energía renovable y tienen un impacto ambiental mínimo. Además, se garantiza que están libres de conflictos, lo que significa que no se han extraído en zonas de guerra ni se han utilizado para financiar conflictos violentos.
Entonces, ¿por qué uno elegiría un diamante cultivado en el laboratorio Pascal en lugar de una CZ? Además de los beneficios de los diamantes cultivados en laboratorio, los diamantes cultivados en laboratorio de Pascal presentan un diseño audaz e innovador. La tecnología de vanguardia utilizada para crear los diamantes Pascal garantiza que sean de la más alta calidad y posean un brillo y fuego superiores. Están disponibles en una variedad de cortes y pesos en quilates, lo que los convierte en una opción adaptable para cualquier evento.
En conclusión, mientras que CZ puede ser una opción menos costosa para una piedra similar al diamante, los diamantes cultivados en laboratorio y los diamantes cultivados en laboratorio Pascal en particular, ofrecen niveles superiores de durabilidad, brillo y responsabilidad ética y ambiental. Al elegir una piedra, es esencial considerar todos estos factores y tomar una decisión informada que sea consistente con sus valores y prioridades.